Esta ave es sinónimo de alegría, sanación y adaptabilidad. Se asegura que encontrarse con uno de ellos no es una mera coincidencia sino que implica energía positiva y alegría por parte de algún ser amado que ya no está en el plano terrenal.
La cercanía de esta ave implica que la persona necesita sanar su corazón y liberarse de la mala energía que tiene en su entorno. Es un fuerte recordatorio de que se deben seguir los sueños y dejar de lado los obstáculos.
En la Biblia el colibrí es mencionado como un mensajero del cielo que nos llama a seguir adelante y dejar el pasado atrás.